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UN PROBLEMA DE PREOCUPACIÓN GLOBAL

Uzbekistán en la lucha contra el terrorismo y la cooperación internacional

Uzbekistán en la lucha contra el terrorismo y la cooperación internacional

· Examinando la experiencia de Uzbekistán en las cuestiones de la lucha contra el terrorismo, podemos observar que el proceso está dominado por el principio de erradicar las causas que hacen que los ciudadanos sean susceptibles a las ideologías terroristas

lunes 09 de agosto de 2021, 10:02h

Uzbekistán independiente tiene su propia historia de lucha contra el terrorismo, en la que la propagación de ideas radicales tras la independencia estuvo relacionada con la difícil situación socioeconómica, la aparición de otros focos de inestabilidad en la región y los intentos de legitimar y consolidar el poder a través de la religión. En la primera etapa de la independencia, Uzbekistán, como país multiétnico y multiconfesional con más de 130 etnias y 16 confesiones, eligió el camino seguro de la construcción de un Estado democrático basado en los principios del laicismo.

Uzbekistán en la lucha contra el terrorismo y la cooperación internacional

En el contexto de las crecientes amenazas terroristas, Uzbekistán ha desarrollado su propia estrategia con prioridad en la seguridad y el desarrollo estable, se han presentado importantes iniciativas para la seguridad regional colectiva y se ha llevado a cabo un amplio trabajo para establecer un sistema que garantice la estabilidad en la sociedad, el estado y la región de Asia Central en su conjunto. En el año 2000 se aprobó la Ley de Lucha contra el Terrorismo.

Al mismo tiempo, la transformación del terrorismo internacional en un fenómeno sociopolítico complejo exige una búsqueda continua de formas de desarrollar respuestas eficaces y requiere un enfoque revisado para desradicalizar a la población y aumentar la eficacia de las medidas preventivas.

En este sentido, en el nuevo Uzbekistán la atención se ha centrado en la identificación y eliminación de las condiciones y causas que propician la propagación del terrorismo. Estas medidas están claramente reflejadas en la Estrategia de Acciones en las cinco áreas prioritarias del desarrollo del país para 2017-2021, aprobada por el presidente del país el 7 de febrero de 2017.

El Presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, identificó la creación del cinturón de estabilidad y buena vecindad alrededor de Uzbekistán, la protección de los derechos humanos y las libertades, y la consolidación de la tolerancia religiosa y la armonía interétnica como áreas prioritarias para garantizar la seguridad nacional. Las iniciativas en estos ámbitos se basan en los principios de la Estrategia Global de la ONU contra el Terrorismo.

El examen conceptual de los enfoques de prevención y lucha contra el extremismo y el terrorismo incluye los siguientes puntos clave.

En primer lugar, la adopción de importantes documentos como la Doctrina de Defensa, las leyes "Sobre la lucha contra el extremismo", "Sobre los órganos de asuntos internos", "Sobre el servicio de seguridad del Estado", "Sobre la Guardia Nacional" ha reforzado el marco jurídico del ámbito de la prevención antiterrorista.

En segundo lugar, el respeto de los derechos humanos y el Estado de derecho es un componente integral de la lucha contra el terrorismo en Uzbekistán. Las medidas adoptadas por el gobierno en la lucha contra el terrorismo cumplen tanto la legislación nacional como las obligaciones del Estado en virtud del derecho internacional.

Es importante señalar que la política estatal de Uzbekistán en materia de lucha contra el terrorismo y protección de los derechos humanos pretende crear un entorno en el que estos ámbitos no entren en conflicto, sino que se complementen y se refuercen mutuamente.

La Estrategia Nacional de Derechos Humanos, adoptada por primera vez en la historia de Uzbekistán en 2020, también refleja la política del Estado con respecto a los autores de delitos terroristas, incluida su rehabilitación. Estas medidas se basan en los principios del humanismo, la justicia, la independencia del poder judicial, el carácter contradictorio de los procedimientos judiciales, la ampliación de la institución del hábeas corpus y el fortalecimiento del control judicial de las investigaciones. Mediante la aplicación de estos principios, se promueve la confianza de los ciudadanos en el sistema judicial.

Al mismo tiempo, las autoridades toman medidas para garantizar la transparencia en el proceso de investigación de los casos penales con "cariz extremista". Los servicios de prensa de las fuerzas del orden colaboran estrechamente con los medios de comunicación y los blogueros.

En tercer lugar, se está realizando un trabajo sistemático de rehabilitación social, de vuelta a la vida normal de los que cayeron bajo la influencia de las ideas extremistas y se dieron cuenta de sus errores.

Se están tomando medidas para despenalizar y desradicalizar a las personas acusadas de delitos relacionados con el extremismo violento y el terrorismo. Así, en junio de 2017, por iniciativa del presidente Shavkat Mirziyoyev, se examinaron las llamadas "listas negras" para excluir de las mismas a quienes se encuentran firmemente en el camino de la corrección. Desde 2017, más de 20.000 personas han sido eliminadas de dichas listas.

En Uzbekistán existe una comisión especial que investiga los casos de ciudadanos que han estado en zonas de combate en Siria, Irak y Afganistán. En virtud del nuevo procedimiento, las personas que no hayan cometido delitos graves y no hayan participado en las operaciones militares podrán obtener un indulto judicial.

Estas medidas permitieron poner en marcha la acción humanitaria "Mekhr" para la repatriación de ciudadanos uzbekos desde las zonas de conflicto armado en Oriente Medio y Afganistán. Desde 2017, más de 500 ciudadanos de Uzbekistán, en su mayoría mujeres y niños, regresaron al país. Se han creado todas las condiciones para su integración en la sociedad: acceso a programas educativos, médicos y sociales, incluso proporcionando vivienda y empleo.

Otro paso importante para rehabilitar a las personas implicadas en las actividades extremistas religiosas fue la práctica de los actos de indulto. Desde 2017, esta medida se ha aplicado a más de 4 mil personas que cumplen condena por delitos de carácter extremista.

En cuarto lugar, se han tomado medidas para hacer frente a las condiciones que favorecen la propagación del terrorismo. Por ejemplo, en los últimos años se han reforzado las políticas de juventud y de género, y se han puesto en marcha iniciativas de educación, desarrollo sostenible y justicia social, incluyendo la reducción de la pobreza y la inclusión social, para reducir la vulnerabilidad al extremismo violento y al reclutamiento de terroristas.

En septiembre de 2019, se adoptó la Ley "Sobre las garantías de igualdad de derechos y oportunidades para mujeres y hombres". Al mismo tiempo, se están formando nuevos mecanismos destinados a reforzar el estatus social de las mujeres en la sociedad y la protección de sus derechos e intereses en el marco judicial.

Teniendo en cuenta que el 60% de la población de Uzbekistán está formada por jóvenes, considerados como un "recurso estratégico del Estado", en 2016 se aprobó la ley "Sobre la política estatal de juventud". De acuerdo con la ley, se crean las condiciones para que los jóvenes tengan oportunidad de realizarse profesionalmente, para que reciban una educación de calidad y para proteger sus derechos. En Uzbekistán, la Agencia para Asuntos de la Juventud, que en cooperación con otras ONGs trabaja sistemáticamente para apoyar a los niños cuyos padres han caído bajo la influencia de los movimientos religiosos extremistas. Solo en 2017 se emplearon unos 10.000 jóvenes de este tipo de familias.

Como resultado de la aplicación de la política de juventud, el número de delitos terroristas registrados entre personas menores de 30 años en Uzbekistán disminuyó más de 2 veces en 2020 en comparación con 2017.

En quinto lugar, dado el examen de paradigma de la lucha contra el terrorismo, se están mejorando los mecanismos de formación del personal especializado. Todos los cuerpos de seguridad que participan en la lucha contra el terrorismo cuentan con academias e institutos especializados.

Al mismo tiempo, se presta especial atención no sólo a la formación de las fuerzas de seguridad, sino también de teólogos y autoridades religiosas. Para ello, se han creado la Academia Islámica Internacional, los centros internacionales de investigación Imam Bukhari, Imam Termiziy, Imam Matrudiy y el Centro de Civilización Islámica.

La cooperación internacional está en el centro de la estrategia antiterrorista de Uzbekistán. Uzbekistán es parte de las 13 convenciones y protocolos antiterroristas de la ONU. Cabe señalar que el país fue uno de los primeros en apoyar la lucha contra el terrorismo internacional, incluida la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo.

En 2011, los países de la región adoptaron un Plan de Acción Conjunto para aplicar la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo. Asia Central fue la primera región en la que se inició la aplicación global e integrada de este documento.

Este año se cumple el décimo aniversario de la adopción de la Acción Conjunta en la región para aplicar la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo. A este respecto, el Presidente Shavkat Mirziyoyev, en su intervención durante la 75ª sesión de la Asamblea General de la ONU, presentó una iniciativa para celebrar una conferencia internacional en Tashkent en 2021 para conmemorar esta fecha histórica.

Uzbekistán participa activamente en la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), cuyo objetivo es garantizar y mantener conjuntamente la paz, la seguridad y la estabilidad en la región. En este contexto, cabe señalar que la creación de la Estructura Regional Antiterrorista de la OCS, con sede en Tashkent, fue una especie de reconocimiento del papel protagonista de Uzbekistán en la lucha contra el terrorismo.

El Centro Antiterrorista de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) realiza una labor similar. La CEI ha adoptado un "Programa de cooperación de los Estados miembros de la CEI en la lucha contra el terrorismo y contra otras actividades violentas extremistas para 2020-2022".

Uzbekistán presta especial atención a su cooperación con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), reforzada por programas bianuales de cooperación conjunta en la dimensión político-militar. Por ejemplo, la cooperación para 2021-2022 incluye como objetivos clave la lucha contra el terrorismo, la información/ciberseguridad y la asistencia en la lucha contra la financiación del terrorismo.

Teniendo en cuenta la evolución de las formas, los objetivos y las metas del terrorismo, Uzbekistán está adaptando su estrategia antiterrorista a los retos y amenazas contemporáneos, centrándose en la lucha por la mente de las personas, especialmente de los jóvenes, mediante la mejora de la cultura jurídica, la educación espiritual y religiosa así como la protección de los derechos humanos.

Todo esto está dando resultados. Uzbekistán se encuentra ahora entre los países más seguros del mundo. En el nuevo Índice Global de Terrorismo de noviembre de 2020, Uzbekistán ocupó el 134º puesto entre 164 Estados y vuelve a estar incluido en la categoría de países con un nivel insignificante de peligro terrorista.

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