Es muy frecuente oír comentarios de vuelta al trabajo, síndrome post vacacional, apatía o desánimo. La persona en búsqueda de empleo observa estas expresiones deseando ser él el protagonista y vivirlas también. Recibe mensajes muy generales: “Las empresas sacan más ofertas después del verano.”; “Septiembre y enero son las mejores épocas para buscar trabajo.”. Son frases que se escuchan con frecuencia, pero, ¿hasta qué punto son verdad?
Los expertos en reclutamiento de personal coinciden que septiembre es un mes de movimiento, presupuestos y planificación de objetivos, por lo que puede ser una buena ocasión para empezar la búsqueda laboral. Sin embargo, la realidad indica que los meses más exitosos son octubre y noviembre cuando ya se conoce la partida presupuestaria concreta para reclutamiento, los objetivos están marcados y se puede saber exactamente lo que se necesita en las empresas.
Pero no todo depende del momento del año, el sector empresarial al que queramos optar, juega un papel importante. Si hablamos de hostelería o turismo, los meses de mayo y junio son idóneos para iniciar la etapa laboral de cara al verano. Si buscamos un trabajo más estable, de mayor especialización o para un mando intermedio, el último trimestre del año puede ser el más adecuado.
Según estadísticas del SEPE (https://www.sepe.es/HomeSepe/que-es-el-sepe/estadisticas.html), septiembre se posiciona dentro de los 4 primeros meses donde se han realizado más contratos desde 2016, siendo en 2016 y 2020 donde ocupa la segunda posición con 1.907.000 y 1.632.484 contratos efectuados, respectivamente. Enero, solo ha ocupado la primera posición en contratación en el año 2020 con 1.764.837 contratos realizados. Y el mes constante en cuanto a evolución de contratos es octubre, situándose en las primeras posiciones como mes donde se llevaron a cabo más contrataciones, siendo en 2018 y 2019 el primero del ranking por contratos en función del mes.
Ya no es suficiente con postular a un puesto, ni con enviar el curriculum. Ahora se necesita además, conocer de antemano si el mes en el que nos encontramos es bueno o malo para encontrar trabajo y una vez en ese punto, se seguirá luchando por conseguir un empleo, realizando tareas como organizar la búsqueda, preparar un buen curriculum, analizar la situación laboral, enfoque del objetivo y planificar la estrategia a seguir En definitiva, estar alerta ante cualquier señal o posibilidad, por pequeña que sea, que permita seguir el plan de acción establecido para encontrar un empleo en el último trimestre del año.
Porque después del verano, todos podemos tener una “vuelta al cole”.