Todos ellos han coincidido en que el análisis y lectura global de este informe nos muestra un panorama de afectación completa para la pyme española en materia de sostenibilidad; por lo que estos resultados, que en definitiva no son más que la opinión real de uno de los principales actores y motor económico de nuestro país, pueden servir de guía a los decisores sobre las políticas de apoyo a la pyme en esta área.
Para el presidente del CGE, Valentín Pich, “el desarrollo sostenible se ha convertido ya en un factor clave para la competitividad de las pymes y aquellas que no estén en ese proceso con vista en el medio y largo plazo se quedarán fuera de mercado, debido a las expectativas de la sociedad –clientes, proveedores, equipo humano…– y de las regulaciones que todo ello conlleva”. Según Pich, “la sostenibilidad debe ser una parte vertebral en las estrategias de negocio de las pymes, no solo por un compromiso ético, sino también por las oportunidades que les puede reportar, entre otras, en cuanto a la reducción de la factura fiscal, mejora de la reputación y de la competitividad, acceso a nuevos mercados, o un mejor acceso a la financiación”.
A este respecto, el presidente de los economistas ha llamado la atención sobre una cuestión importante para aquellas pymes que pretendan optar a ayudas europeas o concurrir a licitaciones vinculadas a los Fondos Next Generation. “Si el proyecto presentado por una pyme no tiene en cuenta cuestiones de sostenibilidad, difícilmente podrá beneficiarse de estas ayudas, y será casi imposible que una gran compañía que haya sido seleccionada para acometer un proyecto tractor subcontrate sus servicios para desarrollar parte de este”. En cuanto a la información no financiera –que, por ley, solo están obligadas a rendir empresas de determinada dimensión y volumen de negocio–, Valentín Pich ha alertado sobre el hecho de que “aunque solo algunas empresas están obligadas a reportar las prácticas de compromiso social y medioambiental, puede que afecte de manera colateral a empresas de pequeña o mediana dimensión que sean proveedoras de las primeras en la cadena de suministro, lo que puede suponer un cambio relevante, en el corto y medio plazo, en la operativa y las exigencias para las pymes que quieran optar a suministrar a empresas grandes”.
En su intervención, el presidente del COGITI, José Antonio Galdón, ha afirmado que “es importante que las pymes, de manera individual, analicen su papel como actor fundamental para contribuir a la sostenibilidad, ya sea en el ámbito social, medioambiental o de buen gobierno en el ámbito laboral y productivo. Con el informe Desarrollo sostenible de la pyme en España, se pretende poner de manifiesto la necesidad que tienen las pymes de llevar a cabo un comportamiento socialmente responsable, que al mismo tiempo les aportará una serie de beneficios que redundan en la mejora de su competitividad. Por ello, es necesario crear entre todos un patrón de crecimiento que concilie el desarrollo económico, social y ambiental en una economía productiva y competitiva, que a su vez permita satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras”.
Por su parte, Salvador Marín, coordinador del informe, y Domingo García, miembro del equipo de investigación, han resaltado durante su presentación que “hay barreras a la sostenibilidad , siendo la más destacable la falta de ayudas públicas, seguida de lo costoso de implementar políticas de desarrollo sostenible; por el contrario, los beneficios de mayor puntuación entre las pymes son la mejora de la imagen y reputación, seguido del aumento en la satisfacción de los clientes que supone aplicarles políticas comerciales socialmente responsables”. Ambos autores subrayaron también “la importancia que las empresas dan hoy en día al ámbito de la sostenibilidad ambiental, entre las que destaca la muy en boga reducción de consumo de energía, seguido de la de emisión de gases de efecto invernadero”.
Por último, Salvador Marín destacó que, en el ámbito de la Información no Financiera o de Sostenibilidad, estamos “ante el final del principio de su implantación, siendo esto lo que refleja el propio informe, pues en este bloque de respuestas se recoge que el 60% de las pymes afirman que aún no revelan información no financiera o de sostenibilidad, pero por el contrario el 40% ya lo hacen, dato este último que puesto en contexto con no hace muchos años es un dato nada despreciable y a destacar desde el ángulo positivo de su análisis, dado que para muchas de ellas aun no es obligatorio”. Asimismo –según Marín– “todos los ítems informativos en relación a la información de sostenibilidad se consideran importantes por la mayoría de las empresas (superiores a 3 en una escala 1-5), destacando entre ellos las cuestiones sociales y las acciones de lucha contra la corrupción”.