El euro se recuperó ayer frente al dólar, a pesar de que las cifras del IPC estadounidense se dispararon por encima del consenso y avivaron los temores inflacionistas y las perspectivas políticas. El Banco Central Europeo no se ha embarcado hasta ahora en ninguna otra conversación acerca del endurecimiento de la política, más allá del anuncio de la reunión de septiembre, en la que la presidenta Lagarde indicó que las compras a través del Programa temporal de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) bajarán moderadamente a lo largo del cuarto trimestre. Sin embargo, ante la proximidad de la reunión de diciembre, los mercados se centrarán cada vez más en las señales de línea dura para calibrar cómo será la política una vez finalice el PEPP en marzo de 2022. Klaas Knot, defensor de la línea dura del BCE, hablará hoy.
La cotización de la libra esterlina se vio impulsada en gran medida por los movimientos generales del dólar de ayer, ya que las divisas de factor beta elevado lideraron las ganancias frente a la divisa estadounidense. La libra esterlina cerró un 0,52 % por encima del dólar estadounidense y ligeramente por debajo de un euro que se mantiene igualmente firme. Las principales noticias del Reino Unido se centraron ayer en el Banco de Inglaterra, que dejará de celebrar reuniones informativas extraoficiales con instituciones financieras privadas. La medida se considera un paso definitivo hacia la transparencia de la política monetaria, según declaró el miércoles un portavoz del Banco de Inglaterra, y se produce en medio del escrutinio de las actividades privadas de los bancos centrales en general, ya que, recientemente, los miembros de la Reserva Federal se han visto presionados por sus carteras. La atención sobre el Banco de Inglaterra va más allá; los mercados monetarios esperan ahora que el tipo de interés bancario alcance el 1 % a finales de 2022, a medida que aumentan las presiones inflacionistas.
Anteriormente, los inversores contaban con un aumentos de los tipos de 65 puntos básicos en los instrumentos del mercado monetario a partir del 7 de octubre, pero esta cifra se ha disparado recientemente hasta los 90 puntos básicos si se observan los swaps de libras esterlinas a corto plazo. La valoración del mercado de la política del Banco de Inglaterra seguirá en el punto de mira de los mercados de divisas, junto con la acción de los precios de los Gilts, en medio de un calendario de publicaciones sin mucha información para el resto de la semana. Mientras tanto, Tenreyro, miembro del Banco de Inglaterra, hablará hoy sobre «la moneda dominante y el impacto de la política monetaria», lo que puede proporcionar a los operadores algunos titulares atractivos.
La caída del dólar fue la principal noticia del mercado ayer, ya que los rendimientos del Tesoro a largo plazo se moderaron a pesar de que los rendimientos a dos años volvieron a subir. La caída de 3 puntos básicos en el plazo de 10 años contribuyó a la recuperación de los cambios EUR/USD y USD/JPY, sometidos a una gran presión frente al dólar en las últimas sesiones. Con la subida en el día de 2 puntos básicos en el plazo de 10 años de EE. UU., esta mañana se ha revertido en gran medida el terreno ganado por el yen en la sesión anterior. Durante la noche, se dieron a conocer las actas de la reunión del FOMC de septiembre que fueron, en gran medida, las esperadas por los participantes en el mercado. El principal aspecto a destacar fue el ritmo de la reducción, ya que muchos participantes consideraron apropiado un ritmo de 15 000 millones de dólares al mes, lo que supondría el fin del programa de expansión cuantitativa a mediados de junio. Esto está más o menos en línea con lo que Powell anunció en la conferencia de prensa de septiembre, pero añadió más claridad al nivel de consenso en torno a este enfoque, además de aportar una cifra concreta. Aunque las actas de la reunión del FOMC fueron muy relevantes, no se consideran el evento económico más destacado de la sesión de ayer. Lo más destacado fue que el IPC de EE. UU. mostró que la inflación ha seguido aumentando en septiembre. Esto ha supuesto un respaldo a los defensores de la línea dura de la Reserva Federal, ya que los mercados consideran ahora que habrá con toda seguridad una subida de tipos en 2022. Hoy se publican más datos sobre la inflación en forma de IPP. Se espera que los datos suban del 8,3 % al 8,7 % interanual en septiembre, y los riesgos muestran una tendencia favorable.