Hay que reconocer que los acólitos del presidente del gobierno realizan una excelente labor de marketing, puesto que tiene muy poco sentido inaugurar una agrupación de estas características teniendo sedes en los 21 distritos. Quizás es un preaviso de cierre definitivo para alguna de ellas, ante la continua perdida de militantes de base.
Mercedes González, flamante secretaria general de esta nueva agrupación, cumplió el guion escrito desde Ferraz y se presentó como posible alcaldable, aunque mucho me temo que correrá la misma suerte que los anteriores candidatos, todos ellos paracaidistas con poco conocimiento de la ciudad, a excepción de Antonio Miguel Carmona, al que le pusieron enormes zancadillas y obstáculos, aunque de ello ya he hablado y he escrito en El Mundo Financiero con ocasión de su reciente nombramiento como vicepresidente de Iberdrola.
La delegada del gobierno explotará al máximo su cargo institucional para intentar un resultado digno puesto que la sangría de votos no ha parado y todo parece indicar que puede acentuarse aún más. 224.074 votos y 8 concejales fue el último resultado del PSOE en 2019, constituyéndose en la cuarta fuerza política y siendo superado ampliamente por Mas Madrid, que cosechó 505.159 votos y 19 concejales, ganando las elecciones, aunque las matemáticas parlamentarias le impidieron gobernar, posibilitando la investidura del actual alcalde José Luis Martínez Almeida.
La primera lectura del acto es la ausencia de Pedro Sánchez. El periódico El País publica que “el presidente ha evitado acudir a este acto, un modo de alejar la imagen de cuerpo a cuerpo entre el presidente del Ejecutivo central y la presidenta de la Comunidad que se ha producido en el último año y medio”. Un cuerpo a cuerpo que evidentemente ha perdido con rotundidad si se examinan los resultados del 4 de mayo pasado, donde el PSOE fue superado por la candidatura de Mónica García, que pasó a liderar la oposición en la Asamblea de Madrid.
Una de las decisiones más sorprendentes que se tomó en esta especie de conclave interno bastante descafeinado fue nombrar de presidente honorífico al incombustible Rafael Simancas y presentarse, seguidamente, ante la opinión pública como un partido renovado. No cuela en Madrid, pero Sánchez es como es y tiene que pagar los favores prestados por él para acallar las voces discrepantes dentro del socialismo madrileño y casi desintegrarlo. No hay que olvidar que fue Simancas el que comandó la gestora que, en 2015, defenestró a Tomás Gómez, un candidato elegido en primarias y desbancado por unos meros artículos aparecidos en prensa para desacreditarle.
Lo más inaudito de toda esta pomposa puesta de largo fue la apelación al espíritu de Tierno Galván, del que publiqué un libro en 2018 titulado “Tierno Galván, el mejor Alcalde de Madrid”. Don Enrique le dio al socialismo la única mayoría absoluta que tuvo en Madrid en el año 1983, aunque el Viejo Profesor realizó una gestión muy alejada de las estructuras del partido y se rodeó de personas brillantes que no pensaban como él, pero que tenían en común el deseo de transformar la capital de España. Son épocas distintas, aunque hay premisas que no cambian y los datos están ahí.
Otra cosa que hacía Tierno Galván es recibir a ciudadanos todos los días en su despacho de la Casa de la Villa y estar al tanto de los problemas reales de la gente, algo que no hacen, mucho me temo, los dirigentes puestos a dedo por Sánchez. En una entrevista que se recoge en el libro “Tierno Galván, el mejor Alcalde de Madrid” él mismo cuenta lo siguiente: “Aquí se reciben por la mañana, tempranito, a siete u ocho personas a las que se auxilia, se les atiende y se les procura encaminar. Eso tiene un valor multiplicador enorme, se convierte en algo que enseguida saben, pues, mil personas. Es bueno estar cerca del pueblo”.
Tierno Galván, además, generó el consenso de todos, algo que parece muy difícil hoy en día. Tendrá siempre un lugar privilegiado en la historia de Madrid y de España porque supo conectar con los madrileños sin estridencias y sin tapujos. Y, también, sin Twitter.