Hay que echarle un vistazo a su herida, que todavía supura después de más de tres lustros, para entender varias cosas. En 2005 Pérez decía quedarse con el 22,1% de Unión Fenosa después de pasarle la mano por el lomo al Santander, dueño de la eléctrica, al que ofreció una prima del 24% si le financiaba la compra, estimada en 2.200 millones. No hubo OPA. Gratificó al grande y luego se lanzó a por los minoritarios ofreciendo menos de la mitad de prima, un 10%. Al poco encendía y apagaba el interruptor de la gallega a su antojo.
Cegado por la iridiscencia de la bombilla, corrió a comerse al pez grande del sector pensando que todo el monte era orégano. Esta vez hizo una intentona sobre el 10% que se fue al 12,5% pero que entendía le era suficiente para derribar a Galán. No lo fue. El salmantino le plantó cara le dejó claro que si quería llevar las riendas tenía que tener el control del 100%. Claro, pero es que había un pequeño problema, ACS no tenía dinero para comprar a la vasca.
Florentino intentó entrar en el Consejo de Administración con su 12,5%, que en realidad era un 10% en voto, pero Galán le paró en seco alegando de que se trataba de un competidor directo de Iberdrola.
La pelea se alargó durante más de un lustro y en reiteradas ocasiones el presidente del equipo de fútbol tuvo que sacar los balones del fondo de la red por la cantidad de goles que le cayeron. Por ejemplo, se cambio de la normativa de OPAs, para impedir el filibusterismo del que tiró en Fenosa equiparándose a la normativa española a la europea. Es decir, se situó en el 30% (hasta entonces era el 50%) el límite para lanzar una opa sobre el 100%.
Pero este no fue el único pescozón. Hubo un doble cambio en la política de blindajes que se bautizó como la 'enmienda Florentino’. En 2010, el Gobierno socialista presentaba una enmienda a la Ley de Sociedades Anónimas para eliminar las restricciones estatutarias al ejercicio de los derechos de voto. Básicamente, cortaba las alas a Florentino en Iberdrola y le dejaba con tres palmos de narices con su 12,5% (10% de voto) tras años de peleas.
Y eso que aspiraba ha hacerse con el 20% a entrar en el consejo después de vender Unión Fenosa a Gas Natural, suplicar ayuda a la francesa EDF y vender alguna de sus ‘joyas’ (la filial de puertos o un cuarto de Abertis).
En el Consejo de Administración de Iberdrola de 2010 Galán volvió a sobarle el morro alegando que tenía inversiones en renovables y reduciendo su derecho a voto al 3%, según se desprendía del último cambio en los estatutos de la compañía.
A Florentino se le quedó desde entonces atragantado el amperio de la vasca y todavía no lo ha escupido. Llevó el asunto a los tribunales quedando en nada y la crisis económica y el turnismo político acabó por tender una losa sobre sus aspiraciones.
A estas alturas a nadie se le escapa que el mandamás del Real Madrid tiene hilo y carrete para amarrar en corto a algunos medios y planchas alguna toga pero lo que todavía no ha conseguido es convertir el agua en vino ni sentarse en lo alto de la colina.
Si (
No(
