Francia a raíz de la conformación de la lista al Senado del Pacto Histórico está cayendo en un endiablado radicalismo y en una peligrosa estrategia del pereque, que sino examina con ecuanimidad y serenidad ella misma va a comenzar a erosionar su liderazgo.
Se sabe que le ofrecieron ser la cabeza a la lista al senado del Pacto Histórico y no acepto. Sus reparos parten que la ficha de ella en la lista Carlos Rosero, no fue ubicado en los diez primeros lugares. De hecho, en este punto le ha faltado un examen más sereno del contexto político de cara a ganar unas elecciones y las nuevas etapas que siguen después de los resultados de las elecciones parlamentarias y de las consultas.
No es lo mismo el simbolismo que representaba ella en la lista al senado, que la figura de Carlos Rosero, un personaje controvertido por el lastre de su historial de malabarismo y oportunismo político en los procesos de Comunidades Negras.
Es claro que los casos de sus fichas políticas en la lista ha sido el detonante de la discordia y el despliegue de un escándalo mediático que ha originado la estrategia de la cizaña y el pereque al interior del Pacto Histórico. Una coyuntura que estaban esperando las otras fuerzas políticas para dividir el voto afro que se muestra solido alrededor de las tesis del Pacto Histórico en la carrera por la Casa de Nariño.
Francia no debe caer en el fango de una disputa mediática que la busca arrastrar Rosero y otros líderes de las organizaciones de Comunidades Negras, diestros en malabarismos políticos y en cazar pleitos para obtener ventajas individuales al mejor postor. Ella no debe caer en la embriaguez de las encuestas que son el reflejo de una foto del instante político. Ella sabe que las tendencias de las preferencias electorales de las encuestas no son votos reales y debe aprender a ceder para ganar luego estratégicamente.
Es un salto al vacío cuando ella poseída por la embriaguez de las encuestas sale a decir que representa la segunda fuerza política del Pacto Histórico, cuando su aval depende de la estructura política del Polo y ella no es la lideresa del aquel partido político.
Interesante que ella, sus asesores y seguidores comprendan que las encuestas son juegos de manipulaciones que cambian de acuerdo con las coyunturas mediáticas. De allí que el liderazgo que ha logrado hasta ahora debe concretarse en votos en las elecciones. Se nota que está bastante envalentonada por los guarismos de las encuestas, ojalá maneje las cosas con cabeza fría, serenidad y aplomo. No se puede creerse de los efectos mediáticos de las exposiciones en los grandes medios, que la gran mayoría apoyan el continuismo y el estatus quo.
Medios que aprovechan bien la coyuntura mediática para explotar sus reclamaciones subirla al pedestal y así erosionar la solidez del Pacto Histórico, luego por los intereses que representan la desdibujan y le desinflan la bolsa del ego que carga en estos días.