Ambas entidades se han comprometido a facilitar el intercambio comercial e industrial entre China y España, así como la creación de delegaciones de empresas españolas en China y viceversa, facilitando a las compañías de ambos países la comercialización de sus productos. Igualmente, ambas entidades negociarán la venta o cesiones de patentes de empresas españolas a empresas chinas.
El acuerdo no cae en el vacío. Antes de Navidad, el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China, Li Zhanshu, y la presidenta del Congreso de los Diputados de España, Meritxell Batet, se reunían por videoconferencia para reforzar la cooperación entre ambos países.
Li aseguraba que China “acoge de buen grado” la inversión y a las empresas españolas en el país asiático, pidiendo explícitamente estrechar la colaboración en campos como las telecomunicaciones, las energías limpias y el comercio electrónico. El alto funcionario insistía además en que España y el país asiático deberían “proteger el orden basado en las leyes internacionales” y oponerse juntos “al unilateralismo y al proteccionismo”. Mostró igualmente la esperanza de que ambos actores compartiesen sus respectivas “experiencias de gobernanza” y de que “mejoren juntos” la capacidad de sus cámaras legislativas.