Cuando los criptoactivos estén adecuadamente supervisados, regulados y superen la fase de especulación salvaje actual será una buena noticia. Porque contaremos con un activo de inversión adicional que teóricamente tiene el atractivo de no depender de los bancos centrales. Pero, hasta entonces, su utilidad está siendo otra: mostrar lo que pasará en los mercados de renta variable cuando no haya que estar en ellos. Otra cosa que me genera inquietud es que es un activo que se anuncia en marquesinas, autobuses y estadios de futbol. En algunos casos con anuncios realmente infantiles, con una especie de zorro que va a quitarle el puesto a una especie de oso y cada uno de ellos representa una cripto moneda. Y todo adornado con mucho oro, oro por doquier, normalmente en monedas, lo cual llama doblemente la atención: se promociona la venta de un activo digital con doblones de oro, que son el activo más antiguo y “analógico” del mundo.
El día que veamos todo esto referido a la renta variable habrá que reducir exposición a la misma sin pensárselo dos veces. Además, cuando ocurra, los precios serán ya realmente excesivos. Suele coincidir. Por otra parte, seguramente las cripto le están quitando mucha presión especulativa a la renta variable tradicional, lo cual es bueno para esta última.
También estoy convencido de que junto al desarrollo del metaverso se desarrollarán una o varias criptomonedas como forma generalizada de pago. Pero, de momento, la mayor utilidad que le veo a los cripto activos es como recordatorio de que el “piñazo” del 34% que ha sufrido recientemente el Bitcoin desde máximos también puede producirse en la bolsa tradicional si el entorno llegar a parecerse al que había en las cripto monedas justo antes de la caída.