Pero aquellas empresas que pagaron dividendos pudieron y estuvieron dispuestas a ofrecer más a sus accionistas después de la exigua cifra del año anterior a causa de la crisis sanitaria. “Esto refleja una vez más que la política de dividendos de muchas empresas tiene como objetivo pagos constantes, a veces incluso crecientes”, comenta de Vries-Hippen.
Para 2022, AllianzGI espera tasas de crecimiento de dos dígitos en los pagos de dividendos en los países europeos más grandes, como Alemania, Francia e Italia (con aumentos del 10 al 13 por ciento cada uno). En España, que ha sobrellevado relativamente bien las olas de la pandemia en los últimos meses, puede incluso subir entre un 15 y un 20 por ciento. Nuestro país está en el top 5 de Europa y en el top 3 de la zona euro en cuanto a rentabilidad por dividendo. En Gran Bretaña, por otro lado, es probable que el aumento de dividendos sea más modesto, con un promedio de alrededor del 4 por ciento. Según de Vries-Hippen, las continuas cargas sobre la economía británica relacionadas con el Brexit tienen algo que ver.
Informe Allianz Global Investors Dividend Study 2022
"Al igual que en el pasado, los dividendos contribuyeron de forma sustancial a la rentabilidad de la renta variable, especialmente en Europa", afirma Hans-Jörg Naumer, director de Global Capital Markets & Thematic Research y autor del AllianzGI Dividend Study 2022. Como resultado de la crisis del coronavirus, la rentabilidad por dividendo en Europa ha caído en los últimos dos años. Sin embargo, la cifra de alrededor del 2 ½ por ciento en 2021, todavía era significativamente más alta que los rendimientos nominales de muchos valores del mercado de bonos. Los Bunds a 10 años, por ejemplo, mostraron un rendimiento negativo a lo largo del año pasado.
La importancia de los dividendos se vuelve aún más clara si miramos a largo plazo. Naumer señala: “Los dividendos otorgan estabilidad a muchas carteras, especialmente en años con evolución negativa en los precios, ya que pueden compensar las caídas en su totalidad o en parte. Según nuestros cálculos, la volatilidad media de las acciones de compañías que pagan dividendos es significativa y sistemáticamente inferior a la de las que no pagan; estamos hablando de una diferencia de más de 10 puntos porcentuales para el amplio mercado de renta variable europeo”. En Europa, la cultura de dividendos es particularmente fuerte en comparación con EE. UU. y Asia. En el período de 1976 hasta finales de 2021, alrededor del 34 por ciento de los rendimientos totales de las acciones aquí fueron atribuibles a los dividendos.
“Por lo tanto, los dividendos siguen siendo de gran importancia para los inversores”, resume Naumer y señala: “En una época cargada de disrupción (relacionada en este caso con la inteligencia artificial y la robótica, el crecimiento verde, el cambio climático y la pandemia), se puede confiar en los ingresos de capital a través de dividendos. Los dividendos muestran un grado de confiabilidad que es muy bienvenido en tiempos de cambio”.