Lagarde dejó en claro que, a pesar de la mejora en el mercado laboral, el crecimiento de los salarios es moderado y este año se tolerará un cierto grado de aumento de los salarios. Al mismo tiempo, el BCE debe evitar que se materialicen círculos viciosos negativos, ya que el objetivo de inflación del 2 % a medio plazo sigue siendo el objetivo clave del BCE. Los riesgos en torno al crecimiento están equilibrados, aunque el PIB a corto plazo se considera relativamente débil debido a las medidas de contención. El panorama se ve más brillante a mediano plazo. En pocas palabras, el escenario de crecimiento a corto plazo no estará en el camino de las futuras decisiones políticas.
La reunión del Consejo de Gobierno de marzo será crucial, ya que el BCE tendrá más datos para consultar y más análisis sobre el impacto de la trayectoria de inflación actual en la evolución a medio plazo. Las expectativas de inflación actuales (medidas por encuestas y medidas de mercado) se acercan al 2% a mediano plazo y el BCE debe reevaluar si los riesgos al alza también se aplican a 2023 y 2024 antes de cambiar su postura política.
Perspectiva de la política y visión del mercado: un aumento de tasas este año sigue siendo un riesgo extremo, pero no nuestro escenario de referencia, ya que Lagarde reiteró que la secuencia de aumentos de tasas solo después de que finalice el QE sigue siendo válida, pero ahora no podemos descartar que, en marzo, el BCE decida cambiar ligeramente su programa APP. Lagarde hizo hincapié en la necesidad de seguir siendo gradual en los ajustes de política, ya que la economía aún necesita una postura de política acomodaticia, dejando en claro que la zona euro no es EE. UU. y que la brecha de producción aún se está cerrando. Dicho esto, los mercados se han vuelto cada vez más nerviosos y la reacción a la conferencia de prensa del BCE de hoy ha sido significativa, con una subida de precios del OIS ya en junio y un total de alrededor de 40 pb para finales de año. Dado que la inflación se mantiene obstinadamente alta por diferentes razones que van más allá del control del BCE, descartamos que el BCE comience a subir las tasas tan pronto como el mercado esté fijando los precios actualmente. Dicho esto, es poco probable que el cambio de hoy hacia una postura más agresiva cambie en el corto plazo, especialmente entrando en un momento de actividad mejorada en Q2-Q3.