Nombres y tribales, los más eliminados
En cuanto a los tatuajes que más se buscan eliminar, destacan los nombres de personas y los grandes tribales. De hecho, esta tipología alcanza 3 de cada 5 tatuajes eliminados. Lo diferencial de la tecnología Q-Switched, que cuenta con diferentes longitudes de onda, permite trabajar sobre todos los pigmentos permanentes y lograr los resultados deseados según el tipo de piel y la tinta del tatuaje.
Así, se pueden eliminar tatuajes de todas las coloraciones, cubriendo desde los tonos más fríos hasta los más cálidos, eliminando cómo mínimo el 80% del dibujo, aunque, según el tipo de tatuaje, en la mayoría de los casos se alcanza el 100%. Gracias a los diferentes tamaños de sus manípulos es posible trabajar todas las zonas del cuerpo, por grandes que sean, de forma efectiva. Esta tecnología puede ser aplicada con seguridad en zonas como las piernas o la espalda o incluso, lugares dónde la piel es más fina, como la cara interna de la muñeca.
Última tecnología para cuidar la piel
Gracias al láser de última generación, la piel no sufre ningún daño durante el proceso de eliminación de tatuajes. Antes de la sesión, se realiza una limpieza de la zona que se va a trabajar, los expertos de Cristina Álvarez seleccionan todos los parámetros y el Láser Q-Switched empieza a hacer su trabajo. La tecnología emite un haz de luz que fragmenta la tinta en partículas pequeñas que serán eliminadas por nuestro sistema linfático. Al finalizar, se aplica un producto para regenerar la piel de la zona tratada del paciente. “Al eliminar un tatuaje debemos cuidar la piel de igual forma que cuando nos lo hacemos. Debemos proteger la zona del sol directo, mantenerla tapada y extremar la rutina de limpieza e hidratación para evitar infecciones y posibles cicatrices”, recomienda Cristina Álvarez.
Los resultados comienzan a ser visibles desde la primera sesión, aunque, para conseguir una eliminación total, se suelen necesitar unas ocho sesiones con un descanso de unas ocho o diez semanas para que la piel pueda regenerarse. “Como en todos nuestros tratamientos, el diagnóstico previo es el que determina el tratamiento adecuado a cada persona”, explica Cristina Álvarez.