· Por el Dr. Ceyhun Osmanli, Ex miembro del Parlamento, investigador y analista de relaciones internacionales y economía política, director de TLM – Centro de Iniciativas y Proyectos en Azerbaiyán
18/03/2023@09:19:15
La seguridad energética ha sido una palabra de moda en Bruselas durante algunas décadas, pero desde la invasión rusa de Ucrania, seguida de sanciones, el corte de gas ruso y la destrucción física de los oleoductos North Stream, las previsiones sobre la producción de energía de la UE tensa debido a la sequía, lo que está en juego ha conseguido mucho más alto. Esto fue confirmado el 10 de marzo por una declaración conjunta del presidente de los EE. UU., Joe Biden, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reiterando la determinación de ambas partes de “construir economías de energía limpia y bases industriales”, incluido el hidrógeno limpio y continuar trabajando juntos para promover la seguridad energética y la sostenibilidad en Europa mediante la diversificación de las fuentes, la reducción del consumo de energía y la reducción de la dependencia de Europa de los combustibles fósiles”. La semana pasada, el jefe de energía de la UE, Kadri Simson, alentó a todos los Estados miembros y a todas las empresas a “dejar de comprar GNL ruso y no firmar ningún nuevo contrato de gas con Rusia.