ICO

Si nos hubieran preguntado a principios de año cuáles iban a ser las expectativas económicas previstas para los meses siguientes, creo que nadie se hubiera imaginado un escenario como el actual, donde a la lastrada situación económica provocada por la crisis sanitaria del COVID-19 (que se esperaba remontar y tener controlada, con la consiguiente recuperación de los hábitos de vida prepandemia y su consecuente estimulo de la actividad económica), se le ha sumado los horrores de la guerra provocados por la invasión de Rusia sobre Ucrania el pasado 24 de febrero, que dista mucho de tener un fin cercano. Para renegociar esta deuda financiera con aval del Estado se tiene sólo hasta el 1 de junio de 2022 para acogerse a dos de las tres medidas previstas en el ignorado Código de buenas prácticas.